Por Wilder Buleje*

Los días en Hollywood de Doris Day fueron apoteósicos. Natural, graciosa y vital. Así dibujó su imagen en el salón de la fama de la meca del cine.

Una voz melodiosa, un vibrato impecable y un carisma irrebatible. Así también eternizó su nombre entre las grandes intérpretes de su época.

Este 2 de abril cumplirá 96 años de edad. Sus afortunados vecinos de Carmel, costa norte de California, repetirán el ritual anual: llegarán a la enorme propiedad de la artista, entonarán un afectuoso Happy Birthday. Luego, esperarán hasta que la nonagenaria más famosa de esos predios salga a premiarlos con esa sonrisa que la convirtió en la novia de América en las décadas de 1950 y 1960.

virtuosa y carismática

Carisma y espontaneidad, además de una innegable belleza física, complementaron sus virtudes artísticas. La combinación perfecta para el Star System de Holywood y de cualquier industria del entretenimiento. 

Doris Day fue la figura del periodo que siguió a la finalización de la Segunda Guerra Mundial. Rubia, intensos ojos azules, innegables atributos físicos. En fin, más de lo necesario para marcar una época de oro en Estados Unidos y en el mundo.

Marylin Monroe fue el objeto del deseo en el imaginario colectivo; la amante furtiva en los sueños eróticos masculinos. En cambio Doris Day fue bella sin pretensiones de mujer fatal, más cercana a la esposa perfecta para un idilio interminable.

Un actor de la época, James Garner definió así ese tema: “Ella emanaba una enorme sensualidad, pero te hacía sonreír al respecto”.

EL PRINCIPIO

Su mamá, Alma Sofía, disfrutaba del entretenimiento. Le puso Doris por una artista que admiraba mucho: Doris Kenyon. En Cincinnati vivió en un barrio alemán. Nacida el 3 de abril de 1922 fue bautizada como Doris Mary Ann Kappelhoff. 

Su padre, Frederik Kappelhoff, era organista de iglesia. Paul, el hermano mayor de Doris, siguió esos pasos. En tanto ella disfrutaba del baile.

A los cinco la matricularon en clases de tap y empezó a destacar. Justo cuando alcanzaba algunos éxitos infantiles, Frederik cometió adulterio y abandonó a la familia. Doris tenía ocho años. Esa partida marcó su mundo íntimo y la nostalgia paterna la acompañó durante décadas.

Alma Sofía tuvo que cambiar de barrio en 1936. Empezó a trabajar en una panadería para mantener a sus dos hijos. Doris buscó refugio en el baile: tap, ballet y lecciones acrobáticas. También encontró calma en las salas de cine, donde se identificó con Ginger Rogers.

A los doce años formó dúo con Gerry Doherty. Ganaron 500 dólares en un concurso de baile. Con el dinero sus padres los llevaron a Hollywood y los matricularon en la famosa escuela Fanchon & Marco.

Al dúo le fue bien, las familias decidieron mudarse a Hollywood. Sin embargo, al dirigirse a una fiesta de despedida, Doris y unos amigos sufrieron un aparatoso accidente: el auto que los conducía se estrelló con un tren. Los cuatro sobrevivieron, pero sufrieron graves heridas.

La pierna derecha de Doris padeció una severa fractura. Los médicos coincidieron: Volverá a caminar, pero no podrá bailar. Pasó meses en silla de ruedas con sus sueños rotos. En la radio descubrió a las ‘Big Band’ (Jimmy Dorsey, Benny Goodman, Glen Miller).

Su mayor referente en jazz fue Ella Fitzgerald. Comenzó a cantar escuchando la radio. Tenía una natural voz melodiosa. Alma Sofía invirtió en clases de canto. Doris iba con muletas. Su instructor reconoció un enorme potencial e hizo que vaya a la estación de radio WLW. Cantaba gratis los sábados en un programa llamado el Carnaval de Caroline.

nace doris day

El dueño de un local nocturno la escuchó cantar en la radio. Quedó impresionado. Le ofreció un turno en su local “Señal del Tambor”. Ella tenía 16, pero se hizo pasar de 18 para obtener el trabajo. Ahí cambio de nombre: Doris Mary Ann Kappelfof se transformó en Doris Day. Uno de sus éxitos, “Day after Day” (Días tras día), ayudó a rebautizarla. 

Se enamoró del trombonista Al Jorden de 23 años. Su popularidad creció y tuvo contratos con el clarinetista Jimmy James y la orquesta de Bob Crosby.

La famosa orquesta de Les Brown también se interesó por ella. El director la escuchó y le ofreció 75 dólares a la semana para viajar con la banda, además se asegurarle a su madre que estaba en buenas manos. Fueron duras giras que Doris soportó sin quejarse.

Doris le dejó bien claro a Les Brown que no quería una carrera artística sino formar una familia. Un mes antes de cumplir los 17, Doris y Al se casaron, al poco tiempo salió a relucir el lado celoso del flamante esposo, quien incluso llegó a la agresión física.

En ese tránsito salió embarazada. En 1942 nació su hijo Terry. Cuando éste cumplió dos años se divorció. No pudo formar el hogar feliz que anhelaba desde niña y que su padre destruyó con su partida.

Para mantener al bebé tuvo que trabajar. Les Brown le ofreció ayuda, en tanto Terry crecía con su abuela.

A sus 19 años su voz alcanzó una madurez admirable. Los entendidos señalaron que ella podía sentir una canción como nadie. Hallaba la lógica de la letra con naturalidad. Le daba vida a la letra de una canción.

“Cuando ella cantaba sentías que cantaba solo para ti”, sintetizó el profesor de cine Drew Casper, en una recordada biografía para la televisión.

En 1944 Les Brown le dio un nuevo número: “Sentimental Journey”. Ese tema fue la clave para despertar la fibra sentimental de los estadunidenses cansados de guerras. Con esa canción captó el sentimiento de la época.

drama y comedia, doris destacó en ambos géneros.

al cine con amor

Ingresó al cine gracias a una despedida que le organizaron en la casa de un adinerado empresario en Los Ángeles, cuando decidió regresar a Ohio. Ahí cantó con la calidad de siempre y le consiguieron una audición con el director de cine Michael Curtiz. 

Curtiz la incluyó en el musical “Calamity Jane”. Doris brilló con el tema “Secret Love” (Amor secreto) que ganó el Óscar a la mejor canción.

Doris hizo una contribución de oro a la industria: Las películas ayudaban a vender discos y los discos ayudaban a promocionar las películas.La fórmula para explotar en simultáneo dos minas de oro en el mundo del espectáculo.

Un segundo matrimonio, con el saxofonista George Weidler, entre marzo de 1946 y mayo de 1949, tampoco funcionó.

Fundó su propia productora. Podía trabajar en cualquier corporación cinematográfica. Había decidido probar por tercera vez con el matrimonio. Contrajo nupcias en 1951 con su productor Marty Melcher, quien adoptó a Terry.

En 1955, con “Love me or leave me” (Ámame o déjame), a los 31 años cumplidos, era una estrella indiscutible. Un año después, con “The man who knew too much” (El hombre que sabía demasiado) de Alfred Hitchcok tocó el cielo. También regaló un bello e inolvidable tema: Whatever will be, will be (Qué será, será).

Compró una mansión en Beverly Hills y una casa de playa en Malibú. Marty Melcher y Doris Day practicaron la Ciencia Cristiana. Nada de alcohol ni cigarrillos. Cuando frisaba los 32, Doris fue sometida a una histerectomía por un tumor abdominal. Le dijo adiós a la maternidad.

A los 35 años su popularidad empezó a declinar. Los musicales estaban pasando de moda. En los 60, Brigitte Bardot y Sofía Loren irrumpían con sensualidad plena en el cine. Doris tenía que reinventarse.

con alfred hitchcok, reconocido director de filmes de suspenso,

el renacimiento

La cinta “Pillow Talk” marca el inicio de una tenue línea erótica al lado de Rock Hudson. Fue nominada al Oscar como mejor actriz. “Lover Come back” (1962) también con Hudson, otro éxito, la convirtió en la heroína moderna. Trabajó después con David Niven, Rex Harrison, Cary Grant. 

Ganaba tres millones de dólares por año. Pero su esposo y el asesor financiero de éste invirtieron gran parte de la fortuna en papeles fiscales. Doris no podía siquiera darse gustos personales de 500 dólares.

Al borde de 1960 Marty se volvió más dominante, en especial con Terry. Inclusive llegó a pegarle. Ese fue el límite de Doris. Le ordenó a Marty que se mudara. Regresó bajo un estricto acuerdo.

Después de 30 películas exitosas Doris se preguntó: ¿hasta cuándo durará esto? En 1963 fue la número uno de la taquilla por cuarto año consecutivo. En 1964 “Send me no flowers” la junta otra vez con Rock Hudson.

La crítica la etiquetó como la “virgen profesional”, pues en plena liberación sexual de la mujer Doris mantenía códigos de otra época.

doris al lado del su tercer esposo, marty melcher, quien murió en 1968. dilapidó la fortuna de ella y la dejó endeudada. 

Con “Caprice” en 1967 su carrera entró en crisis. Ella no quería el papel pero su esposo había aceptado. Estaban en una gran crisis financiera por malas inversiones, asesoradas por Jerome B. Rosenthal, socio de Marty. Aceptaban cualquier guion y no cuidaban la carrera de la estrella.

Debido a esas decisiones Doris cayó de la cima. En 1967 fue el primer año en que no estuvo entre las diez mejores de la taquilla. Además rechazó el papel en "The Graduate" (El Graduado), que interpretó Anne Bancroft y Dustin Hoffman. Un éxito rotundo que ella no disfrutó.

En 1968 Doris estaba en decadencia. Marty contrajo una enfermedad rara y quedó postrado. Cayó en coma y murió a los 52 años.

Su hijo Terry Melcher hizo carrera como productor musical. Cuando obtuvo información financiera de su madre emplazó a Jerome Rosenthal. Contrató abogados y descubrió que había dilapidado el dinero, además de provocar una deuda de 500 mil dólares.

Antes de morir, Marty también la dejó comprometida con la CBS para una serie que ella ni siquiera sabía de qué se trataba. “The Doris Day Show” se estrenó el 24 de setiembre de 1968. El productor fue Terry. Representaba a una viuda que vivía en una zona rural con dos hijos.

En la siguiente temporada cambió equipo y guionistas, pasó del campo a una gran ciudad: San Francisco. También adoptó perros que la acompañaban al trabajo.

Después de cuatro años en el aire el programa era un éxito absoluto. 

el azar del destino puso a terry melcher, el único hijo de doris day, en la mira del sicópata y asesino charles manson. 

emociones encontradas

El asesinato de Sharon Tate en la mansión de Charles Manson la intranquilizó por que su hijo Terry había audicionado y rechazado a Manson. Terry y su entonces novia Candice Bergen se habían mudado recientemente de la mansión de Cielo Drive donde se produjo el asesinato. La policía les brindó protección.  

Como si eso fuera poco, en 1971 Terry sufrió un severo accidente de moto. Las piernas llevaron la peor parte y casi pierde la vida. Terry superó el trance y se mudó a la casa de Doris. Ambos se unieron más.

En 1971 Doris fundó una organización para proteger animales. Usó su fama para ello. En 1973, cuando tenía 49, la actriz rechazó renovar el contrato para dedicarle más tiempo a la protección de animales.

En 1974 llegó la hora de sacudirse de la imagen que el público tenía de ella. Llevó a la luz un libro biográfico.

En simultáneo, después de cinco años y más de 250 mil dólares en gastos, a Doris le reconocieron 22.8 millones de dólares por daños provocados por Jerome Rosenthal y su entonces asesor legal Harlan Green. Al final recibió la décima parte, pero quedó tranquila al saber que ese dúo no podría desbancar a otra víctima.

Después de presentar sus memorias le ofrecieron una cifra descomunal para cantar en Las Vegas, ella dijo no. Aunque conservaba su voz, ella consideraba que ya no estaba en condiciones de ofrecer presentaciones al más alto nivel.

doris day y clint eastwood en una premiación. ambos son los residentes más famosos de carmel, costa norte de california.

carmel para siempre

En 1975 se mudó de Beverly Hills a Carmel, en la costa norte de California. En 1979 se unió en matrimonio a Barry Campbell, pero solo duró tres años.  

En 1985 volvió a la tele con el programa “Doris Day’s best Friends”, sobre su intensa relación con los animales. Duró dos años. El primer invitado fue un desmejorado Rock Hudson, quien murió de SIDA dos meses después de ese reencuentro con su gran amiga.

En 1989 Doris Day recibió el Globo de Oro. También adquirió con su hijo Terry un hotel en el centro de Carmel que acepta mascotas. En 1996 creó dos organizaciones más para proteger animales.

Una nueva fatalidad la emboscó en noviembre de 2004, su hijo Terry falleció a causa de un melanoma.

Otra vez el silencio. Cinco décadas de carrera, decenas de canciones y cerca de cuarenta películas apenas contaban para Doris Day.

Pese a todo, la novia de Estados Unidos, la imagen de la esposa perfecta, la virgen profesional se mantiene en pie a los 96 años de edad.

Día tras día, la imagen de Doris Day pervive en millones de melómanos, en cultores de su carrera cinematográfica y en los seguidores de sus programas de televisión.

Doris Day cantó, encantó y actuó mientras trataba de construir un hogar. No consiguió la felicidad perfecta con ninguno de sus cuatro esposos, pero si alcanzó una profunda relación madre-hijo con Terry durante tres décadas. Por desgracia ese episodio acabó cuando su único vástago partió a la eternidad.

Doris Day llenó de alegría escenarios, platós y sets. Nada más justo que retribuirle con un intenso saludo de cumpleaños a la diva que conquistó millones de fans con una sonrisa franca y una voz inolvidable.


*Periodista y editor del blog: www.unavozunavez.blogspot.com