Por Wilder Buleje*

La Sociedad Internacional de Historiadores Olímpicos, a través del Diario de Historia Olímpica (N°2 Volumen 25), abordó la participación peruana en los Juegos de Berlín 1936. En la primera entrega reproducimos una breve reseña de Carlos González de Candamo y Rivero, nuestro primer Miembro COI (Comité Olímpico Internacional). Este diplomático y dirigente deportivo fue sobrino del presidente Manuel Candamo. 

También seguimos las incidencias del polémico encuentro entre las selecciones de fútbol de Perú y Austria que concluyó 2-2 después de los noventa oficiales. A continuación seguimos glosando el documentado relato de Volker Kluge, quien además es editor de la mencionada publicación.

LA FIFA MUESTRA SU CARA MÁS FEA

“Sólo entonces la tensión se elevó a un clímax apenas superable. Y (la publicación) Futball describió la dramática conclusión: 

‘Los jugadores comenzaron el último ataque general, las masas (en las tribunas) mantuvieron una confusión genuina a través de escenas constantemente cambiantes. Los coros de la colonia peruana –que se había reunido en número notable– habían sido durante mucho tiempo más silenciosos lo intentaron con volumen redoblado. Pero el reloj avanzaba inexorablemente. La gente creyó que habría un nuevo juego. Pero, a cuatro minutos del final, un disparo de (Alejandro 'Manguera') Villanueva entró en el arco austriaco, y en el último minuto el centrodelantero de Perú, (Segundo ‘Titina’) Castillo puso el balón una vez más en la red. Polonia frente a Perú en la segunda semifinal. No debería sorprendernos si Perú gana aquí también, capaz de producir una batalla única con el temperamento sureño en la final, ante el ganador del encuentro Italia-Noruega’.

Volker Kluge señala: “La prensa en Austria ofreció una exaltada cobertura. Transmitieron una imagen de ‘fanáticos de América del Sur’ destinados a retratar a los peruanos bajo una mala luz. Hubo palabras negativas aun sobre los seguidores quienes habían alentado ‘¡Perú, Perú!’ antes del juego y hasta habían entonado canciones nacionales. La prensa también había dicho que los aficionados de Perú que se agolparon en el campo de juego no eran tan numerosos como los ‘besos’ que dieron después de la victoria. Cada jugador fue besado por cada uno de los peruanos presentes...”.

La cita de Futball es como sigue: "Nuevamente los fanáticos forzaron su camino hacia el campo y besaron a los jugadores. Pero fue muy malo al final. Los europeos civilizados sentimos lástima por los jugadores. Los esfuerzos de las dos horas en el campo no eran tan grandes como las ceremonias de 'besos' después de la victoria. Cada jugador fue besado por cada uno de los peruanos presentes...".

carátula del número dedicado a la blanquirroja y al tirador edwin vásquez, medalla de oro en juegos de londres 1948.

los besos de la muerte

Aquí empieza a gestarse la más grande discusión sobre la participación peruana en los Juegos de Berlín 1936 que terminó con la renuncia a continuar en la competencia y forzando el regreso de toda la delegación. 

Volker Kluge precisa: “Inmediatamente después del partido el presidente del fútbol de Austria, Dr. Richard Eberstaller se dirigió a la prensa: ‘Las escandalosas escenas vistas hoy son incomprensibles para mí. No entiendo, en vista de las malas experiencias que tuvimos de los peruanos en el juego ante Finlandia, por qué no se tomaron mejores medidas. Lo que los sudamericanos demostraron no era cultura, sino que representó un gran escándalo para los ideales olímpicos’”.

Eberstaller presentó protesta formal ante la FIFA. Buscaba anular el resultado y lo buscó en los siguientes días. La razón que dio: “Los excesos sin parangón de los peruanos, así como disturbios repetidos mientras se jugaba por la invasión de la cancha por el público”.

Volker Kluge apunta: "Eberstaller se dirigió al jurado (de la FIFA) y hubo tres declaraciones más, la de las árbitro noruego Thoralf Kristiansen y de los jueces de línea. Un representante peruano fue invitado pero no apareció. La sesión se suspendió a las 1 de la madrugada y continuó después, en el día".

En esta parte Kluge cita el trabajo de investigación de Luis Carlos Arias Schereiber sobre las causas por las cuales el delegado peruano Claudio Martínez Bodero no llegó a tiempo a la citación del jurado. Según el periodista peruano la comunicación sobre la deliberación de la FIFA "recién fue conocida por los peruanos el lunes 10 de agosto a las 8 a.m. Martínez Bodero y tres acompañantes salieron a las 9 a.m. Pero ese día las vías estaban congestionadas por las competencias de ciclismo, sobre todo la ruta Döberitz-Berlín. La salida del bus que llevaba a los peruanos se retrasó una hora y viajaron a baja velocidad. Más adelante la ruta estuvo lenta por las desviaciones".

Martínez Bodero llegó casi al final de las deliberaciones. Los oficiales FIFA no fueron nada simpáticos. No tomaron en cuenta las excusas presentadas por la tardanza.

Kluge precisa: “Les leyeron la protesta de Austria y el reporte del árbitro. Después les pidieron que abandonaran el salón y esperaran en el lobby del hotel la decisión del jurado de la FIFA. Las determinaciones les fueron comunicadas aproximadamente a las 11.30 a.m.".

Como se recuerda, la FIFA decidió que el partido entre Perú y Austria, que se había ganado por 4-2, se debía volver a jugar.

El anuncio se hizo en la tarde, con la intención de desalentar a los fans en el camino hacia el Estadio de Post, donde el juego fue reprogramado. Los austriacos entraron al campo a las 5 p.m. pero no había señales de los peruanos. Las medidas de seguridad para prevenir ‘posibles ataques’ (de los aficionados peruanos) fueron en vano. Perú no estaba dispuesto a volver a jugar. Austria ganó el partido por incomparecencia de la blanquirroja. Después, los europeos derrotaron a Polonia y en la final perdieron ante Italia.

Kluge cita a Willy Schmieger, el más famoso cronista deportivo de Austria, en un venenoso apunte: “Los peruanos con sus danzas de negros, con su salvajismo y sus canciones de batalla nos ponían nerviosos, pero eso ya ha terminado. Ya no estamos enfadados con ellos. Eso es lo que son, nada más que niños”.

Lo demás es historia conocida. El presidente Alfredo Benavides ordenó el retiro de la delegación. En la Plaza de Armas hubo una celebración que duró dos días con sus respectivas noches. Y el equipo de Berlín 1936 dio para escribir mil y un leyendas. La Sociedad Internacional de Historiadores Olímpicos ha hecho un aporte valioso para entender mejor este episodio.

Pronto circulará en el mundo esta publicación y los aficionados podrán disfrutar de esta lectura que tiene algunos puntos adicionales de enorme trascendencia para el deporte peruano, como por ejemplo, una reseña sobre nuestro medallista olímpico Edwin Vásquez, medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 1948.


La Blanquirroja y sus héroes olvidados (primera parte)


*Periodista y editor del blog: www.unavozunavez.blogspot.com