Hasta hace apenas unos días Fuerza Popular tenía una lideresa: Keiko Sofía. Esa etapa ya concluyó. Kenyi Fujimori comparte el liderazgo del partido edificado sobre los cimientos de la popularidad de Alberto Kenya Fujimori Fujimori.

No fue necesario que Keiko o Kenyi hicieron un anuncio previo o manifestaran la nueva estructura del poder en FP. Bastó que el menor de los Fujimori impusiera una moción para investigar al Sodalicio y todo lo demás vino por añadidura.

Al interior del partido hubo reacciones de antología. Nadie quiso admitir el coliderazgo de Kenyi. Más bien trataron de reforzar la posición de Keiko como conductora única de Fuerza Popular. Pero ni Héctor Becerril ni Lucho Galarreta se creyeron sus propias palabras.

La más cauta fue, como siempre, Luz Salgado. No dijo nada. Ella mantiene una relación de afecto correspondido con Kenyi y, con el buen olfato político que tiene, sabe cómo asumir la nueva realidad en FP.

Es más, Salgado intuía que Kenyi alcanzaría esa posición tarde o temprano. Es que Luz conoce las preferencias de Alberto Fujimori para con su vástago. Por eso ella no está sorprendida como los demás integrantes de FP.

¿Entonces, Kenyi será el candidato de Fuerza Popular para las próximas elecciones?

Tienta responder con un sí rotundo. Pero en política hay una gran cantidad de variables que pueden enturbiar hasta los planes más preclaros. Sin embargo, en este caso el congresista Kenyi Fujimori acaba de notificar –a Keiko y a su partido– ese objetivo.

JUGADA DE LUJO

¿Qué argumento usó para convencer a la hasta ayer solitaria mandamás de FP para que dé luz verde a la moción para que el Congreso investigue al Sodalicio? La carta jugada por Kenyi solo la conocen ella y él.

Queda claro que Kenyi tiene la llave para negociar y convencer a la implacable excandidata presidencial. En esa perspectiva, el Benjamín de los Fujimori ha levantado la voz para señalar que él también existe en FP y que además puede ser considerado como interlocutor válido de esa agrupación hacia el mundo exterior.

Quienes ningunearon a Kenyi y apostaron todo su capital político en favor de Keiko Sofía ya saben que cometieron un tremendo error de cálculo. El menor de los Fujimori les ha dado una lección de cómo alcanzar metas sin tanto cacareo.

APOYO PARA KENYI

El escaso número de congresistas que apoyaba a Kenyi tras bastidores, así como los pocos integrantes de FP que le dieron su apoyo a Kenyi, serán pronto los nuevos puntos de referencia para la prensa.

Los actuales voceros de FP, en realidad voceros de Keiko Sofía, tendrán que adaptarse a la nueva realidad o terminarán perdiendo soga y cabra. Desde hace algunos días la jefatura del partido ya no le pertenece a una sola persona. Desde hace algunos días emergió un colíder. Para decirlo con crudeza, ya no hay una sola jefa, ahora tienen dos jefes.

Algunos han mostrado disconformidad, incluso han criticado a Kenyi. Pero en los hechos FP tiene dos cabezas: Keiko Sofía y Kenyi. La hermana viene de perder por segunda vez una elección general y el hermano ratificó su condición de congresista más votado del partido.

AL MEDIO: ALBERTO FUJIMORI

Keiko Sofía ha conseguido consolidar el liderazgo con un pequeño grupo de personas de confianza, quienes han seleccionado y colocado a los asesores parlamentarios que ellos consideran indispensables para cada congresista de FP.

Es decir, han construido una red de información de primera mano. Hasta hace poco les había ido bien. Estaban tan concentrados en conocer los movimientos y las iniciativas de sus integrantes del Legislativo que no vieron llegar el golpe de timón dado por Kenyi.

El engreído de Alberto Fujimori ya hizo lo que tenía que hacer. También Alberto Kenya movió los hilos que tenía que mover para apoyarlo. Lo que viene está en la cancha de Kenyi y sus asesores políticos.

PPK EN ESCENA

El precario gobierno de Pedro Pablo Kuczynski tiene ahora una buena posibilidad de negociar con FP. Pueden tocar la puerta de Keiko y deben estar convencidos de que hay enormes posibilidades de que ella misma les abrirá y los invitará a conversar.

Si eso falla, porque sigue malhumorada por la derrota del año pasado, entonces tienen la alternativa Kenyi. Ahí no hay rechazo a la vista, ni bilis en las venas. Lo único que quiere el congresista más votado es que Alberto Fujimori salga de Barbadillo.

En esa lógica, si el presidente Pedro Pablo Kuczynski anuncia el indulto humanitario de Alberto Fujimori provocará un cataclismo en Fuerza Popular (FP). La aparente solidez de esa organización política se desbaratará como un castillo de naipes en medio de un ventarrón. 

La primera damnificada por ese ciclón político sería Keiko Sofía Fujimori Higuchi. Ella sabe que con su padre en casa tendrá que resignar el control de FP en favor de Kenyi. Alberto Fujimori siente que su hija prefirió consolidar el proyecto de FP a costa de su libertad. Por eso evitó una negociación con Ollanta Humala y por esa misma razón no pactó con PPK la anhelada salida del reclusorio de Barbadillo.

Keiko consideró siempre que gestionar la libertad de Alberto Fujimori solo representaba un pasivo político en su carrera hacia la presidencia de la República en 2021. Y ya se sabe, cuando ella siente que existe alguna piedra en el camino prefiere limpiar la ruta y no hacer ningún esfuerzo por otras opciones.

La sensibilidad de Alberto Kenya apunta hacia Kenyi como sucesor natural en la dinastía Fujimori. Es parte de esa herencia nipona en la cual los hombres tienen preeminencia sobre las mujeres.

Alberto Kenya –líder indiscutido de la primera fuerza política del país– está convencido que su lugar no debería estar en Barbadillo sino en un puesto de privilegio en la organización que construyó Keiko Sofía al amparo de lo que él edificó a partir de 1990.

Considera también que es hora de iniciar un proceso de remozamiento de su imagen pública y un reconocimiento por las obras realizadas en el régimen que él encabezó, en dúo con Vladimiro Montesinos,  hasta el 2000.

Kenyi comparte y avala esas pretensiones paternas, mientras que Keiko Sofía ni siquiera las toma en consideración. Esa es la principal fractura que existe entre los hermanos Fujimori Higuchi.

A modo de prueba, Kuczynski solo tiene que activar de motu proprio el indulto humanitario de Alberto Fujimori para comprobar de manera inmediata que su capacidad negociadora con Keiko Sofía o Kenyi se dispara hasta las nubes.

Claro que tendrá críticas multiplicadas por miles, pero ninguna de ellas le otorga mayoría en las votaciones del Congreso de la República. Si necesita fortalecer posiciones para llevar adelante los planes de gobierno de Peruano Por el Kambio ahí tiene una llave.

En su defecto, PPK puede proseguir con ese planteamiento tibio y conciliador que solo lo debilitará como mandatario y lo despintará como estadista.

*Periodista y editor del blog: www.unavozunavez.blogspot.com