Ahora el fujimorismo aprovecha su mayoría írrita, regalada por el JNE y un sistema electoral tramposo, para incrementar los ingresos de sus congresistas y de las otras bancadas, para que se queden calladitos y no hagan olas, ante esta embestida inmoral contra el bolsillo de todos los peruanos. Y de paso, aprovechan estas fiestas para auto-regalarse (con dineros del Estado, es decir, de todos los peruanos) con costosas "canastas navideñas" mientras retacean miserablemente los presupuestos para los sectores Salud y Educación, que están en el sótano de América Latina. Pero tampoco les basta eso. Van por más y buscan un golpe de Estado disfrazado de "legalidad".

El gobierno de PPK debe ponerse fuerte y el presidente Kuczynski ejercer con energía el mandato que los pueblos del Perú le dieron en junio de este año para resistir, denunciar y neutralizar tamaño despropósito de los llamados "legisladores" que hasta ahora sólo han demostrado insensibilidad, ineficiencia e insolencia ante las necesidades y problemas del Perú. Sus colaboradores inmediatos, comenzando por el presidente del Consejo de Ministros, Fernando Zavala, deben estar muy conscientes de esto y atentos al propósito central de esa oposición mayoritaria congresal de vacar cuanto antes al presidente de la República.

Ya va siendo evidente entonces, que el Congreso peruano actual, con mayoría írrita fujimorista es una institución lamentable y disfuncional cuya gran mayoría de integrantes, exhibiendo ignorancia atrevida, cree que ha llegado ahí para aprovecharse impunemente del poder que temporalmente tienen.

Vergüenza para ellos y para el Perú.

*Abogado, exprocurador supranacional. Exmilitante del Apra. Fundador del Partido del Pueblo en 2013.